domingo, 13 de enero de 2013

Mov.Sociales: de la abstención y el abrir camino...


Las elecciones municipales vinieron a reforzar la ya instalada idea de la crisis de representación que asoma en Chile, dada la separación entre lo político y social. En el mundo de la clase política y empresarial que controlan los medios de comunicación tratan de instalar que tal crisis no existe y tratan de mantener la discusión pública en sus términos. Públicamente poco les dice que el 60% de los chilenos no les interesara participar en las elecciones que dado el diseño institucional, deberían tener una alta participación electoral. Pues, no olvidemos que el municipio, en el contexto de la dictadura, los gobiernos de la concertación y hasta nuestros días, es el principal instrumento de implementación de las politicas sociales focalizadas, el principal instrumento de construcción de lealtades políticas y sociales del Estado.

Por esto mismo, en un contexto de municipalización de la política, donde se construyen y reproducen las bases sociales del sistema político lo ocurrido en las pasadas elecciones municipales es un antecedente no menor de la crisis entre lo politico y lo social.

En concreto, el Estado subsidiario y la focalización de las políticas públicas orientadas a construir clientela política y legitimidad social al sistema político han perdido su efectividad. Y esto porque el Municipio como herramienta pública ha fracasado en su rol de implementación de politicas sociales. Ha fracasado en brindar educación pública y de calidad, ha fracasado en la entrega de salud pública que de respuesta a las necesidades de los pobladores y que decir de las soluciones asistenciales que entregan sin superar el horizonte real de la pobreza y  la marginalidad social. 

Por eso en el escenario de las elecciones pasadas, podría haber sido interesante canalizar el descontento social, mediante una una expresión  política de los Mov.Sociales, cosa que no ocurrió y los esfuerzos que lo intentaron, fracasaron en el intento (Partido Igualdad).  Sin embargo, el escenario de abstención deja establecido que el 60% de los chilenos no se sienten llamados a sostener el juego institucional de la alianza y la concertación y que sus bases sociales reproducidas desde el poder local municipal tienen un bajo nivel de legitimidad, que deja la puerta abierta a la articulación de actores sociales territoriales que confronten el rol subsidiario del Estado y la focalización de las politicas públicas durante este 2013, sin contar los conflictos socioambientales y en el ámbito de la educación que esperan retumbar la escena politica con fuerza, en un año de elecciones presidenciales.

En este sentido, es necesario construir actores sociales que retuerzan el pescuezo al Estado Subsidiario en las calles, propugnando la universalidad de derechos sociales, horizonte necesario para poder redefinir las reglas del juego político en Chile. Donde se hará indispensable la unidad amplia de sectores estudiantiles, poblacionales, ecologistas, de trabajadores no solo para instalar un escenario favorable a los cambios sino para asumir la necesidad de una conducción transformadora en el país y no seguir entregando la cancha para que fuerzas transformistas como la concertación retomen la hegemonía política del país. 
    
Es por esto que es importante no desviar la ruta en esfuerzos testimoniales por ingresar al Congreso, no es posible ilusionarse en impulsar los cambios desde ahí, tras 22 años de apertura pseudo democrática con un diseño institucional hecho para que nada cambie. 

El Congreso debe terminar de ser ilegitimizado con la abstención, pues solo eso la movilización social y una candidatura presidencial de los Mov.Sociales son condiciones necesarias para imponer desde el mundo social una Asamblea Constituyente que cambie las reglas del juego político a favor de los Mov. Sociales y sus demandas.