Tras las dos convocatorias al 1° de Mayo quedó en evidencia la debilidad de la CUT gubernamental y la emergencia potencial de un polo social y político alternativo al duopolio, con capacidad de convocatoria de masas.
En un país en que como señalan las propias encuestas duopolicas, se agiganta el abismo entre la Ciudadanía y la Casta Política, siendo la propia Pdta. quien abre la posibilidad de un proceso constituyente como posibilidad de cierre de la crisis política debido a los casos de corrupción que todos nos enteramos por la prensa... falta la respuesta del mundo social y las izquierdas.
Falta una articulación de esa amplia franja de chilenos que no se sienten identificados con la Casta Política (Alianza-Nueva Mayoría), la que pretende a través de un simulacro de participación ciudadana entregar al Congreso la definición de la Nueva Constitución que riga al país y que en las actuales condiciones no puede sino ser una Constitución del 80´ 3.0, intentando tapar de paso la impunidad con que continuan legislando senadores y diputados involucrados en casos de corrupción en el Congreso.
Es frente a esta situación en que las fuerzas sociales y políticas que pugnan por transformaciones sociales de fondo en el país deben buscar un espacio que unifique y proyecte las diversas luchas sociales en un proceso constituyente que le devuelva el poder a la ciudadanía, es decir, una Asamblea Nacional Constituyente.
Entendiendo necesariamente que sin una unidad amplia que incorpore en lo social a los pobladores sin casa, los deudores habitacionales, los movimientos territoriales ambientales, por la democratización del agua y en defensa del patrimonio, el movimiento estudiantil secundario y universitario, los sindicatos de la mineria y los puertos, los profesores disidentes, los pescadores, los funcionarios públicos, los trabajadores a honorarios y externalizados del área social que convoquen al resto de la ciudadanía y que en lo político participen el conjunto de islotes políticos que van desde el ambientalismo a las izquierdas, no habrá fuerza suficiente para incidir en la disputa abierta por la conducción del proceso constituyente en el país.
Con una Casta Política con una credibilidad por el suelo, no podemos dejar pasar esta oportunidad y urge un espacio como una "Constituyente Social" que permita articular una fuerza con convocatoria de masas y vocación de poder para ser una alternativa a la corrupción institucionalizada en el actual sistema político, tenemos que ser capaces de cambiar el estado de inmovilismo ciudadano frente a la impunidad reinante y movilizar todos los esfuerzos a que la crisis de legitimidad se transforme en una crisis de gobernabilidad que no deje espacio a salidas gatopardistas.
Una Constituyente Social que si bien aglutine a las fuerzas políticas antiduopolio, no sea solo una suma de siglas y que ponga enfasis en los Mov.Sociales y la Ciudadanía como principales protagonistas pues son ellos quienes han abierto el camino desde el 2011 para acá. Por lo que, no puede sino ser un espacio de particpación donde cientos de miles se puedan expresar por el Chile que queremos construir con transparencia, más democracia ciudadana y más lucha social.
Urge un liderazgo que asuma la necesidad de la unidad y la articulación de los Mov.Sociales en un proyecto amplio por la transformación social de Chile.
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